¿Qué es belleza dinámica?

"¿Se ha hecho algo?", “esos labios no son naturales”, “esos pómulos no son suyos”, “¿has visto el antes y el después?”. Hemos escuchado este tipo de frases cientos de veces, con ese característico tono malicioso y juicioso que suele perseguir a quienes se someten a un tratamiento de medicina estética. Es cierto, los “retoques” no están bien vistos por una gran parte de nuestra sociedad, hasta el punto de ser diseccionados, analizados y criticados por todo el mundo (y más, en la era de las redes sociales). De hecho, mientras que en otros países se ven como algo habitual, en España todavía existe ese sentimiento de vergüenza entre quienes prueban la medicina estética. Pero, ¿por qué? O, mejor dicho, ¿y por qué no? ¿Por qué no puede cada persona decidir cómo quiere cuidar de su rostro y de su cuerpo, sin ser estigmatizada?

Es aquí, precisamente, donde entra en la conversación la belleza dinámica que tratan de promover los laboratorios Teoxane, tanto con el tipo de tratamientos que ofrecen como a través de la divulgación mediante su nueva cuenta de Instagram (@bellezadinamica_teoxane), en la que comparten información sobre las mejores clínicas de medicina estética, resultados, dudas habituales o nuevas técnicas que encajan dentro de esta nueva filosofía. Pero, ¿qué significa belleza dinámica? Básicamente, se trata de entender que las personas vamos cambiando con el tiempo, al igual que lo hacen nuestras necesidades y nuestra belleza, y eso es algo que no hay que esconder, sino celebrar. Sin tabúes, sin vergüenza y sin estereotipos. Se trata de entender la medicina estética no como un “retoque” -o un “arreglo”, o una “reparación”-, sino como una forma más de cuidarnos. Porque como dicen desde la marca, “tu cara ni se repara ni se retoca”.

El objetivo final de esta campaña es ese precisamente, el de abogar por la libertad de cada persona para elegir si quiere o no emplear la medicina estética. El de fomentar un diálogo sano y abierto sobre ésta, en el que los prejuicios se queden al margen, de forma que algún día ese tipo de comentarios que destacábamos al principio dejen de producirse, y todo el mundo pueda hablar abiertamente de lo que se ha hecho -o de lo que le gustaría hacerse-, sin sentir la necesidad de esconderlo.